Cómo reconocer y tratar pieles grasas
La piel grasa es aquella que produce una excesiva cantidad de sebo, lo que da pie a la aparición de impurezas como espinillas o puntos negros. Además, este tipo de piel suele tener poros más dilatados y, en muchos casos, brillo en la mañana. En ocasiones, incluso se puede sentir grasosa al tacto. Lo positivo es que, como el sebo ayuda a cuidar la elasticidad, esta piel suele envejecer más paulatinamente que otras.
Cuando la cantidad de grasa generada por las glándulas sebáceas es demasiada, ésta tapa los poros dando pie a la propagación de bacterias, inflamando la zona, dando lugar a imperfecciones como las ya mencionadas espinillas y puntos negros.
A pesar de que una piel grasa tiene un origen genético-hormonal, la excesiva producción de sebo se puede acentuar por factores externos, como el estrés y la contaminación, o un estilo de vida poco saludable, el sedentarismo y una mala alimentación.
Para tratar este tipo de pieles es fundamental la constancia en la higiene, mañana y noche, con los productos adecuados. Para este tipo de pieles son más recomendados los limpiadores en formato gel y sin alcohol. La mejor alternativa para un cuidado adecuado es, el Gel Limpiador Purificante, de la línea Hyséac formulada para pieles mixtas y grasas con tendencia acnéica.
Para regular la excesiva actividad del sebo, matificando y controlando la oleosidad, recomendamos utilizar Hyséac 3-Regul; un cuidado global que favorece la eliminación de las imperfecciones (granos, puntos negros, brillos) logrando una piel nítida y matificada.