Las pieles sensibles no necesitan cuidados especiales: ¿Mito o verdad?

Si tienes piel sensible, probablemente hayas escuchado más de una vez frases como “solo necesitas una buena crema”, “todas las pieles reaccionan igual” o incluso “es puro cuento”. Pero, ¿qué hay de cierto en esto? ¿Realmente las pieles sensibles necesitan cuidados diferentes? Hoy desmentimos este mito desde una mirada dermatológica (y sin dramatismos).
Repasemos qué es una piel sensible, según la ciencia:
Una piel sensible no es una piel “caprichosa”, sino una condición reconocida por dermatólogos y caracterizada por una mayor reactividad frente a factores como el clima, el estrés, algunos ingredientes cosméticos o incluso la fricción con la ropa.Estudios demuestran que esta reactividad se debe a una alteración en la función barrera de la piel y una mayor activación de las fibras sensoriales, lo que provoca enrojecimiento, ardor, tirantez o malestar… incluso cuando no hay signos visibles.
‘’No necesitan cuidados especiales’’ → MITO
Aunque las pieles sensibles pueden lucir igual que otras, su tolerancia es diferente. Necesitan fórmulas específicas que:
- No contengan perfume ni alcohol.
- Estén dermatológicamente testeadas en piel reactiva.
- Incorporen ingredientes calmantes y fortalecedores de la barrera cutánea.
- Eviten agentes proinflamatorios y texturas abrasivas..
¿Por qué? Porque el uso de productos no aptos puede desencadenar una respuesta inflamatoria, agravar la sensibilidad y afectar el bienestar diario de quien la padece.
Cuidar no es sinónimo de complicarte
Tener una rutina adaptada no significa llenarte de productos. Con una limpieza suave, una hidratación específica y un tratamiento activo como Roséliane, puedes:
- Reducir visiblemente las rojeces.
- Aliviar la sensación de ardor y malestar.
- Proteger tu piel frente a las agresiones del día a día.